Sobre un accesorio necesario para el otoño

Author: Javier F. Noya /

Unos labios ajados

por tantos besos perdidos

tejía con la humedad

de este otoño de plomo

frases que, por su peso,

caían al vacío ni bien

traspasaban la ventana.

Sólo una,

remando con su propio lamento

y protegida por la niebla del tabaco,

quedó suspendida

en la deriva del cristal:

"llueve tanta melancolía...

y yo sin parapenas".

27 comentarios:

Fiaris dijo...

Deleite del alma tus versos siempre amigo,abrazo buen finde.

Beatriz dijo...

También la melancolía puede llenar de belleza una tarde de otoño. Tu poema es un ejemplo.

Recorrer tu espacio es un placer.
un abrazo

El Gaucho Santillán dijo...

"Cuidado con la tristeza. Se hace costumbre".

Eso decìa el pelotazo en contra de Flaubert (El de "Madame Bovary")

Hermoso y entrañable poema, pero cuidado que Flaubert se suicidò a los 48 años.

Un abrazo.

Crista de Arco dijo...

Tu poesía no necesita de accesorios. Es enorme por sí sola. ;)

Yoni Bigud dijo...

Gran final. Andar sin parapenas por la vida es un acto de irresponsabilidad. De rebeldía. Yo haría lo mismo.

Un saludo.

GABU dijo...

Puffffff!!!!

Venia fantásticamente bien hasta que en la frase final se me desarmó el alma de nostalgia... ://

P.D.:Más allá del tormentón que se viene amasando hace ya varios días,hoy sentí que era un día particularmente melancólico...

BESOTES COMPLEMENTARIOS

Rochies dijo...

andar con parapenas nos impediría haber sentido el dolor, resurgido y vuelto a empezar. Quien no afronta el riesgo, quizás, esté menos vivo...
aunque quizás sin penas hubiésemos sido eternamente felices.

TORO SALVAJE dijo...

Se han agotado los parapenas.
La demanda ha sido monstruosa.

Edurne dijo...

Estoy con Toro, la demanada está siendo imparable...

Precioso poema otoñal, cargado de melancolía, de pasado, de tristezas...
Pero, sabes qué? Que siempre vuelve la primavera!

Un besote!
;)

silvia zappia dijo...

ooooooooooohhhhhhhhhhhhh!!!!! era eso lo que me faltaba!!!

bello, bellísimo poema
abrazos, maestro*

Marisa dijo...

En ocasiones, no es necesario ni el paraguas ni el parapenas cuando llueve lluvia o melancolía. Dejarse empapar del suspiro del otoño reconforta aún más cuando nos aproximamos al fuego que arde para secarnos.

Excelente, Javier, metáforas, imágenes, términos seleccionados y ambiente lírico creado. Me ha gustado mucho.

Un beso, aquí, primaveral...

Anónimo dijo...

El otoño y su melancolía, amiga de la lluvia, las palabras, los versos y las metáforas para intentar dar cuenta (en vano) de lo que nos atraviesa.

Abrazo

Susana Peiró dijo...

Están en falta, los parapenas. Parece que en esta lluvia, estamos todos expuestos Javier. La melancolía nos cala hasta los huesos, nos tiene el alma anegada.
Un abrazo Querido Escritor.

lichazul dijo...

es un crimen dejar que los labios se ajen por ausencia de besos
cuándo son tan ricos darlos y recibirlos!!
tontos quienes se mezquinan la dulce ambrosía que el placer regala

Besos y feliz semana

noah dijo...

Maravilloso, un caudal de pasion y ternura entrelazadas.

Felicidades

Cecy dijo...

Andar sin parapenas, nos llevara a sentir que el próximo beso sabrá a mejor. Deja rodar la lluvia borra la maldad y lava todas las heridas del alma, canta el Flaco.
Precioso.

Un abrazo Javier.

Dany dijo...

Convengamos que es un otoño europeo porque el nuestro está ardiente y luminoso.
En ese caso a veces tiene cierto gusto empaparse de melancolía. Ojo, a veces.
Un abrazo!

miralunas dijo...

dónde se fue el comentario que escribí el otro día?
caramba! y yo sin parapenas!

igual, hice bien en volver. leí de nuevo esa preciosura.
abrazo

BEATRIZ dijo...

El final me dijo sin aliento. Es exquisito.

Saludos, y un placer encontrar tu blog.

MTeresa dijo...

Magníficos tus versos
que se diluyen en la triste melancolía,
hay que empaparse de sentimiento
para seguir hacia delante,
un besazo

Unknown dijo...

Siempre habrá tiempo para la primavera, y tras la noche vendrá el día, y el sol siempre acabará saliendo de entre las nubes…mientras tanto, mi alma y mi cuerpo yacerán bajo la lluvia de tus versos, y la melancolía…

Siempre un lujo leerte amigo ;-)

Muackss!!

Maga h dijo...

Recorcholis!!!!! Usted no solo es abrelatas si no que también es” abrealmas”.
Esas frases cayendo al vacío! y yo alegre de no tener “parapenas” así me las llevo en el bolsillo de mi alma abierta.

Bellísimo.
Beso

Ophir Alviárez dijo...

LLueve tanta melancolía, tanta y aquí apenas estamos en primavera...Gracias por tus lecturas son siempre muy constructivas. A propósito, me parece que falta una "n" en "tejía", tercer verso...

:P
Abrazos,

Ophir

Zayi Hernández dijo...

Pues yo ya me he metido bajo techo...

Hermosísimo, como siempre.

Un besito.

sandocan en bicicleta dijo...

mas de uno, estamos sin parapena para esa lluvia en estos dias..

no queria dejar de agradecerte las palabras que me dejaste. increible como desde tan lejos, y a traves de algo que parece tan efimero, puede llegar tanto apoyo.
gracias.

un saludo grande desde la lejania.

LA ZARZAMORA dijo...

¿Te sirve el mío?
Más allá de la nostalgia y la melancolía siempre existe un regazo, un rinconcito perdido en el espacio y el tiempo donde guarecer quimeras.

Besos, Javier.

Anónimo dijo...

Hermoso poema, me encantó la primera frase.

"Unos labios ajados
por tantos besos perdidos..."

Fascinante!

Publicar un comentario