Hoy vemos a la tetera,
la leche no quiere abrigo
y sin embargo
cantan todas las cigarras
en nuestro corazón.
¿Ese reino al que has partido
será como el del revés?
Esperaremos carta tuya,
como la de la vaca
que aprendió
a escribir en Humahuaca.
Hasta siempre, María Elena.