Brevísimo manifiesto de la palabra autor

Author: Javier F. Noya /

¿Qué sería de este hombre hecho faro, erguido en su costa y con la intermitente luz de su entendimiento palpando la oscura inmensidad que lo rodea, si aclarase en un instante la vida y supiera que sólo le resta seguir el sabio camino de los elefantes, el trayecto necesario para depositar su osamenta cansada donde todos, antes que él, las dejaron?  ¿Qué sería del albedrío, libre o esclavo, que decide forzando la deriva? ¿Qué sería del ritmo de sus mareas su supiera que un poco de luz de luna es sólo un síntoma? El acantilado se enarbola cuando la espuma brota como un exabrupto del ronquido de la rompiente, tan grave, tan profundo, tan debajo. No horadará la piedra tan rápidamente. No demolerá los muros con tanta premura. La paciencia es virtud de lo natural, la constancia el modo sigiloso de cumplir su cometido. Lo imperceptible es aliado incondicional que define el instante, el vaivén de las olas, el silbido del viento, la espuma explotando y deshaciéndose en burbujas  débiles como el intento de detener un segundo. El hombre emite destellos de algo que surge de sí mismo y a veces ayuda, orienta algunas vaguedades destinadas a varar o estrellarse sin estridencias ni testigos, como un designio definido con precisión. Nos ofrece una mano, un picaporte, una llave, un puente tal vez. Entonces, los abismos se alejan, el rumor y la sal son parte de la música y el aroma del paseo y el camino es una transformación indeterminada: es el momento en que los sueños traspasan los ojos y se ponen delante, es la fecha en que mueren para resurgir en papeles, ideas, paños, telas, sonidos; el momento-ariete en que dejan el tibio capullo de nuestras mentes y vuelan hacia el otro, tu sentir testigo, tu gusto, tu tacto, tu oír, tu vibrar; todo en juego, todo apostado, todo volviendo a transformar sin planes ni senderos demarcados, jugando a ser un hilo constante de tramas urdidas sin la conspiración del que busca la eternidad ni la decepción del que se sabe desahuciado. Así descubre que autor es sustantivo colectivo.

Comprender

Author: Javier F. Noya /



En el fragor de la pregunta calando la pulpa del dolor, hierve el temor frotado vuela vaporoso hacia el cielo indiferente que se encoge de hombros. Su circular elevación le molesta, no puede con tantas angustias. No puede con tus vertientes de salitre salados y mi silenciado consuelo, no puede con la espera del gran día y la desesperada redundancia del lector de horarios que castiga la tentativa de la pereza y prohibe al ocaso ser el significado de un atardecer ganando humedades mutuas para vestirse de pérdida que te pierde en el próximo pasillo del laberinto de lo que era imprescindible o necesario, si un brindis o una lágrima, flotando en las vacilaciones,  si pastillas o litros de agua, si una bala o un filo, si todas las manecillas de todos los relojes o las horas contadas 1-2-3 con números garabateados en palotes y pizarras de docencias aplicadas día a día, hora a hora, minuto a minuto, segundo a segundo, a obedecer sin consuelo...Pica y pica en el tálamo que se hace materia gris cuando debió ser verde, magenta, índigo o blanco por resultante y no por carencia, cuando debimos ser conjunto antes que guardapolvo que empezó a ejercitar la mano para pasar la tarjeta con el deslizamiento preciso que supera con creces la aptitud para dar caricias precisas que enciendan tu deseo de sacarme hasta la última gota, sangre o semen, vampiro o hembra; pero que sume de una vez, que junte su astucia y su necesidad, que me parta sin medida de medios o equivalencias, como una unidad de niebla, la ternura difusa que condensa los vapores de tu dolor y los hace llover a través de tus ojos para anunciarme las causas profundas de tu corriente de sal que parece deshojarte. Entonces no te preguntaré por qué estás llorando.