Día de los inocentes

Author: Javier F. Noya /

El tiempo circula descuidado
retornando a su partida
mientras la inocencia aguarda
-otra vez-
su carne hendida por la verdad.

Habrá festejos cargados de ironías
y las tarimas,
lúbricas de caridad,
elogiarán las carencias:
amores idos en noches furtivas,
vestidos perdidos en mesas de saldos,
pasos huyendo de sus propias huellas;
la sobra reciclada en juguete y fiesta
que la donación entrega
con misionera compasión.

Te llamarán digno y redento,
serás afiche de la conciencia,
te harán decente a plazo fijo
e inocente por portar pobreza.

Durará la eficacia del hechizo
hasta que tu boca
esboce alguna queja:
la magia de tus palabras
es magia negra
y cuando lleguen al estrado
serás sólo margen
lascivia
ignorancia
escoria
mal amante
mal amigo
mal obrero
mal escritor
mal periodista
¡mala persona!

Hijo del diablo
y de las putas,
fermento del vicio
y del robo,
impaciencia desdeñosa
de tu seguro paraíso
cuya llave se guarda
en la silente gratitud
de vivir en la miseria.

Cuando arribemos
a la estación
de los días ordinarios
el dorso de tus manos
será la culpable
de sus obscenas resacas.

Entonces
la cárcel del olvido
será el paraíso
que te guarde
hasta que el tiempo,
siempre descuidado,
se detenga en el día
en que la inocencia reciba
su próxima estocada.

Barricada

Author: Javier F. Noya /

Barricada!!
Clama la furia de estopa,
Londres abre sus piernas,
Roma derrama vergüenzas,
Córdoba recibe sus piedras.

Barricada!!
Brota fermentada la queja
Y demuestra en Soldati
que el palo y el alambre
son enemigos de verdades nuevas.

Barricada!!
El silencio pretende su dominio
guarecido con casco y escudo;
las sirenas conjuran hechizos
contra el ardor de la dignidad revuelta.

Barricada!!
Los pasos avanzan juntos,
cortan calles y cadenas:
el esclavo se ve libre
cuando, a su paso, reprimir ordenan

Barricada!!
Maestra dilecta de estudiantes,
madre que cobija a los sin tierra,
feroz animal que desnuda
a los tratantes de las miserias.

Barricada!!
Idioma del Hombre libre
y enemigo del que reina.
No hay dios que la respete
y la ley, con gozo, la condena.

Barricada!!
Blasón de trapo
y honor sin vergüenza
La dignidad, de su lado, es de todos
y el dinero, espantado, no se adueña.

Barricada!!
En su frontera improvisada
se combate a la apatía
y los gases, al aventarla,
dicen que el miedo, allí, no gobierna.

JPG

Author: Javier F. Noya /

Tu reflejo,
entonces,
me tocó alguna vez.

Ojos que ven
lo ya ocurrido:
fermentos de idea,
gracia espiada,
memoria de sabor frío.

Archivos destinados
a reproducir reflejos
de equidistantes lejanías,
desmesuras de la medida convenida,
el artificio de lo vivido.

Tu danza
tu sonrisa
tu mirar
tu decir
tu alejarte
es archipiélago de continente perdido
que tiene exactos minutos para ser visto...
se escurre como arena.

Y distraído
por la fragua sarcástica
de los días
sólo conservé
este consuelo de vidrio
que sirve con destreza
la cena ácida
de tu piel sin textura.

Brisas precoces

Author: Javier F. Noya /

Precoces brisas veraniegas derrotan las cortinas y, a su paso, nos arrastran hacia su impostura: una fe sostenida en necesaria desnudez que abre su liturgia y pretende convencernos de que arriba para apoderarse de todas las noches sucesivas. Simulamos adherir a su pretensa permanencia y dejamos que el tiempo contenido en el luego se evapore al contacto con las brasas que arrastra el aire; será a partir de ese momento una medida de la nada y de la eternidad, absurda e innecesaria. Entretanto, el tacto nos regala la visión más completa de nuestra piel y sus torsiones, nuestro sabor más íntimo se intercambia con el aroma de azares florecidos en una lejanía imperceptible, que inunda el ambiente y nos permite equilibrar las densidades en las que nos entremezclamos, flotando en el aire y sus vientos tibios mientras nuestro sexo puja para avanzar hacia su perfecta iluminación; crecerá rodeado del rojo que abrigará nuestro sueño colmado por la plácida ilusión con la que pretendió afincarse una noche tórrida de primavera, se mojará en la humedad del fervor, se acariciará en la suavidad de nuestras ligaduras, seguirá el ritmo de la percusión agitada por el instinto encendido; bailará con la danza que se crea en el instante y que aborda el próximo paso con la sabia soltura de la naturaleza; yacerá exhausto, consumido a ciegas por todas las formas en que nos derramaremos. Nacerá la pasión, hija dilecta de la perfecta oscuridad, y seremos su alimento secreto.